EL NACIMIENTO DE LAS UNIVERSIDADES

El nacimiento de la Universidad

Entre mediados del siglo XII y comienzos del siglo XIII, surgieron en Europa las primeras universidades. No se sabe exactamente cuál fue la primera que se fundó. Se da a veces la prioridad a la Universidad de Bolonia, en Italia, fundada por el emperador Federico I Barbarroja al otorgar su protección especial a las escuelas de derecho de la ciudad en 1155, 1156 o 1158 (la fecha no es segura).

El nacimiento de la Universidad

Pero en París, a mediados del siglo XII, gran número de maestros enseñaban la retórica y la dialéctica al margen del control del obispo y los canónigos de la catedral. En cuanto a la Universidad de Oxford, su fundación suele situarse en 1163.

En el siglo XIII existía ya una docena de universidades propiamente dichas. Además de las tres mencionadas estaban la de Cambridge en Inglaterra (1209), las de Palencia (1212) y Salamanca (1218) en España.

La vida de los universitarios en la Edad Media

Las fundaciones se hicieron más numerosas a partir del Gran Cisma (1378-1417), que trastornó el papado y disminuyó mucho su autoridad favoreciendo, a cambio, las iniciativas de los príncipes seculares.

UNIÓN DE MAESTROS Y ALUMNOS

Las universidades nacieron cuando profesores y estudiantes decidieron organizarse en asociaciones profesionales para defender sus intereses  y lo hicieron siguiendo el modelo de los diversos oficios de la época y de todas las comunidades administradas mediante representantes: el modelo de la universitas. La palabra latina designaba «la totalidad» o «el conjunto» de los miembros de un grupo.

El objetivo era gobernarse mediante autoridades propias, a la cabeza de las cuales se hallaban «decanos», «regentes» o «rectores», y garantizar su independencia respecto al municipio y al obispo gracias a privilegios otorgados por el emperador, el rey o el papa.

París, 1229; la primera huelga universitaria de la Historia ~ El Historicón

Las universidades se dividían en facultades. La primera de ellas era la facultad de «artes» en la que se enseñaban tres disciplinas de carácter general: gramática, retórica y dialéctica; esto es, el latín, la única lengua que se usaba en las universidades; el arte de escribir y hablar bien, y la lógica y la filosofía, el arte de pensar. Estas tres disciplinas se correspondían con el trivium, las tres artes liberales básicas de la cultura antigua.

En cambio, la aritmética, la música, la astronomía y la geometría, que formaban el quadrivium, las cuatro artes liberales restantes, no se consideraban tan importantes, al igual que las «artes mecánicas», las enseñanzas técnicas, que eran despreciadas y consideradas indignas de un sabio.

EL DILEMA DE ELEGIR CARRERA

La facultad de artes, en general, era la que tenía los efectivos más numerosos, puesto que proporcionaba la formación preparatoria para el eventual acceso a las otras tres facultades, a las que se consideraba «superiores»: teología, medicina y derecho. De estas tres, la disciplina reina era la teología, la «ciencia de Dios».

Sus principales lugares de enseñanza eran la Universidad de París, la primera, por su renombre y autoridad, seguida de las de Oxford y Cambridge. Los estudios médicos y, sobre todo, los jurídicos, daban lugar, como sucede en la actualidad, a las profesiones más lucrativas. Tenían menos prestigio, pero eran muy valorados por los estudiantes.

ACONTECIMIENTOS QUE HICIERON PARTE DE LA HISTORIA DE LA EVALUACIÓN

MODO DE ENSEÑANZA

En las universidades medievales se practicaban dos métodos principales de enseñanza: la «lectura» (lectio) y la «disputa» (disputatio). La lectura consistía en que un maestro o un estudiante adelantado comentaba una obra para cada materia. La disputa consistía en que los estudiantes, bajo la dirección del maestro, argumentaran sobre un problema, la «cuestión disputada», para llegar a una solución.

El primer grado al que aspiraba un alumno era el bachillerato, entregado por el maestro después de un simple examen. La licenciatura, que indicaba el fin de los estudios básicos, la otorgaba un jurado de maestros al cabo de un cierto número de años de estudios obligatorios: cinco o seis años para los estudiantes de artes de París; ocho años, que aumentaron hasta trece para los estudiantes de teología de la misma universidad.

MAPA DE LAS UNIVERSIDADES DE LA EDAD MEDIA

El examen previo adquiría el aspecto de una disputa. Para poder acceder, con posterioridad, a la «maestría» (para las artes) o al «doctorado» (en teología, medicina o derecho), el título que daba la autorización para enseñar, era necesario ser presentado por un maestro. El ritual de incorporación al cuerpo de profesores incluía una lectura, una disputa y un discurso solemne ante los miembros de la facultad. 

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Los «escolares» nobles fueron siempre minoritarios, pues los valores de la aristocracia seguían siendo más guerreros que intelectuales. Pero muchos estudiantes pertenecían a familias ricas o, al menos, lo bastante acomodadas como para poder sufragar los largos años de estudio.

Junto a los estudiantes ricos había estudiantes con escasos recursospara proporcionarles alojamiento y comida se crearon, desde mediados del siglo XIII, los «colegios», instituciones fundadas por ricos donantes.

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