
La «peste negra» es el nombre dado por los historiadores a la peor epidemia sufrida por Europa en toda su historia y que se propagó a mediados del siglo XIV, entre 1346 y 1347. Pero la peste tuvo un impacto pavoroso: por un lado, era un huésped inesperado, desconocido y fatal, del cual se ignoraba tanto su origen como su terapia; por otro lado, afectaba a todos, sin distinguir apenas entre pobres y ricos. Reyes como Alfonso XI de Castilla o Juana II de Navarra murieron de peste negra. Se estima que la peste negra acabó con un tercio de la población de Europa, un aproximado de 25 millones de personas y más de 40 millones en Asia.
La propagación de la epidemia

No está enteramente claro dónde comenzó la mayor epidemia del siglo XIV, quizá en algún lugar por el norte de la India, pero más probablemente en las estepas de Asia Central, desde donde fue llevada al oeste por los ejércitos mongoles. La peste fue traída a Europa por la ruta de Crimea, donde la colonia genovesa de Kaffa fue asediada por los mongoles. La Historia dice que los mongoles lanzaban con catapultas los cadáveres infectados dentro de la ciudad. Los refugiados de Kaffa llevaron después la peste a Messina, Génova y Venecia, alrededor de 1347/1348. Desde Italia la peste se extendió por Europa afectando a Francia, España, Inglaterra (en Junio de 1348) y Bretaña, Alemania, Escandinavia y finalmente el noroeste de Rusia alrededor de 1351.
¿Cómo se produce?

La peste es una enfermedad infecciosa aguda muy rara producida por la bacteria «pestis» y cuya manifestación en el enfermo corresponde a la aparición de «bubones» en diferentes partes del cuerpo. Se caracteriza por provocar protuberancias con pus (bubones) en la zona de la ingle axilas, cuello, etc. causando la muerte en cuestión de horas. Esta afección es propia de los roedores, algunos de los cuales hacen interacción biológica con una pulga, la cual a su vez, transmite del roedor al hombre el microorganismo causante de la enfermedad. Tiene tres variantes:
a. La bubónica
Fue la más letal, caracterizada por la aparición de bubones o hinchazones en los ganglios, debilidad, escalofríos y dolor de cabeza. Es la más común, la cual ocurría por la picadura de una pulga infectada.
b. La septicémica
Que se manifiesta con manchas púrpuras en la piel pero sin bubones, sin pus; se presenta cuando el bacilo de la peste se multiplica en la sangre. Los pacientes presentan fiebre, escalofrío, postración, shock y hemorragia en la piel o en otros órganos.
c. La neumónica
Se presenta cuando el microorganismo alcanza los pulmones de un infectado y entonces se hace transmisible por el aire de la misma forma de contagio que el resfriado común.

En qué momento llega a Europa
Cuando la peste negra ataca Europa, este continente se encontraba en un momento de crisis económica consecuencia de frecuentes malas cosechas y una sobrepoblación considerable.
Los médicos de entonces perdieron credibilidad a causa de no poder curar la peste, ellos mismos morían después de tratar a los pacientes; algunos preferían no atender sus responsabilidades hipocráticas. La gente no velaba los muertos, al final ni los enterraban y huían, llevando la plaga a otros lugares. Los sacerdotes no imponían los sacramentos, la Iglesia dio libertades para ello; las autoridades eclesiásticas se enclaustraron, no obstante sufrieron bajas en proporciones considerables. La Iglesia católica, que ejercía una influencia predominante en los aspectos inherentes al devenir humano, social, económico y político, no pudo dar respuestas satisfactorias a los fieles, lo que produjo necesariamente un vuelco en contra de su autoridad en la fe.

Medidas ante la peste
En su afán necesario de evitar la plaga, se preocuparon por buscar soluciones contra ella. La primera reacción de defensa era lógicamente alejarse del enfermo o alejarlo. De este modo se desarrolla la «cuarentena», proceso sanitario que establece cuarenta días como periodo de tiempo necesario de observación para determinar la presencia o no de una enfermedad. Las autoridades de las ciudades establecieron «estaciones cuarentenarias», especialmente en las entradas de las ciudades donde el viajero que querían entrar debía esperar 40 días en observación para comprobar que no estaba enfermo.

La causa de la calamidad fue atribuida a fuerzas malignas sobrenaturales y a castigo de Dios, por lo que aparecieron los flagelantes, personas que se castigaban pidiendo perdón a Dios. En un momento llegó a culparse a los judíos de haber envenenado las aguas y muchos fueron quemados en grupos (antisemitismo). La culpa cayó sobre los judíos, porque la peste no los afectaba, o los afectaba menos, esto debido a que sus hábitos culturales y diferentes costumbres de higiene, los mantenía de cierta forma al margen de la promiscuidad reinante. La enfermedad desapareció de forma gradual sin causa aparente, entendiéndose posteriormente que ello se debió al surgimiento de una visión diferente en cuanto a normas de higiene y conducta social.

Las casas se dividieron en habitaciones, la cocina se sacó de la vivienda y se le puso piso de concreto, con lo que se reducía considerablemente la insalubridad y el hacinamiento. El hombre empezó a preocuparse por la pulcritud del aseo, tanto personal como ambiental.
Paralelamente se produjo el desplazamiento gradual de la rata negra por la rata gris. Esta rata gris no solo es más corpulenta y fuerte que la rata negra sino que también la pulga que la parasita, es menos eficaz como vector de la peste al hombre, que la que parasita a la rata negra es menos eficaz como vector de la peste al hombre, que la que parasita a la rata negra.

ACTIVIDADES:
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la peste negra y sus consecuencias
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