Al comienzo del siglo VIII, la monarquía visigoda estaba en crisis porque el rey Rodrigo no era aceptada por todos los nobles. Algunos nobles apoyaban a Witiza porque consideraban que Rodrigo no era el legítimo rey.

Witiza pidió ayuda a los musulmanes del Norte de África para enfrentarse a Rodrigo. Por ello, un ejército procedente de Marruecos y Ceuta cruzó el estrecho liderado por los generales Tariq y Muza.
Los partidarios de Rodrigo y Witiza se enfrentaron en la batalla de Guadalete en el año 711 y los partidarios de Witiza ganaron.

Los musulmanes continuaron sus conquistas hasta Toledo, la capital del reino visigodo, y continuaron sus conquistas hacia el Norte llegando hasta Asturias y Cantabria en menos de siete años.
Los nobles visigodos huyeron ante el avance musulmán y se refugiaron en Cantabria y Asturias que fue la única zona junto con los Pirineos que no dominaron los musulmanes.

Desde esas zonas, los cristianos organizaron la resistencia y el intento de recuperar el terreno dominado por los musulmanes. Este proceso se desarrolló entre el siglo VIII y el XV se denominó Reconquista.
La parte dominada por los musulmanes se llamó AL-Andalus que en árabe significa hacia el Oeste con relación a las conquistas realizadas en el Este de Asia.